Fugaces Violetas, Azul y Rojo Fuego...

los momentos de escupir con furia y secarse la frente,
el tiempo justo en el que brota la sonrisa de bruces,
las palabras que quedan guardadas con los hechos que las tatuaron.
Son instantes en que las novias vagan por las noches
porque de día estan perdidas aunque saben dónde ir.
Los cielos poco iluminados y detrás aquel rojo de fuego,
el frío que corta la cara de tanto azul, de tanto anhelo.
Justo ahí, el pecho se llena y lo puede todo,
lo consigue, lo logra, lo reclama en su carne tendida,
Después de tanto esfuerzo, abre los ojos intensos y se fuga,
vuela, renace, sabe que volverá a suceder, pero aquiere seguir avanzando.
Se debe besar el suelo para tocar la eternidad con todas sus gracias,
quedarse de rodillas, esperando, suplicando una tregua,
para poder hacer frente a la completa fugaz vida,
bebiéndole el tuétano, dejándolo escurrir por sus labios.
Hace falta eso y mucho más,
más y menos de todo en su justo empleo,
pero en la espalda nacerán alas color violeta,
y se extenderán tan amplias mietras los pies se alejan de su suelo.
Earween*
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